viernes, 24 de mayo de 2013

MÁS BARATO QUE EL CINE


Desde hace un par de años, mi relación con el cine se parece mucho a un matrimonio  en que la costumbre y la monotonía, otrora pasión y vitalidad, llenaron de indiferencia nuestras esperanzas, aletargadas ya, por la piratería y la saturación del medio.

No obstante, ataño yo creía cuasi religiosamente en el cine; no podía dormir sin mirar una película. Cada martes acudía al videoclub parónimo de los ghostbusters para aprovechar la oferta de dos filmes por uno.

¿Todavía existen?



Con el tiempo y harto por mis amistades, que no perdían oportunidad para ensalzar cualquier película exitosa vieja o nueva,  detesté eso que ridículamente llaman el arte séptimo:   mis rentas cesaron, las membresías caducaron y mis intereses buscaron salida en otras actividades. Aprendí a ver el futbol por ejemplo, y me avergüenzo por ello. A veces. 

Quiero rescatar tres películas que modificaron mi manera de percibir el cine como medio y además diéronme lecciones de historia. Vamos a ello sin tanto rodeo.





24 hour Party People,  título a la película, también corresponde a una canción de los  Lunes Felices.  

Tony Wilson es un periodista desencantado de su profesión. Conduce un programa de televisión en el que realiza banalidades en busca de audiencia. También siente una gran pasión por el rock. Después de presenciar el primer concierto de las Pistolas Sexuales, el señor Wilson se involucra en la escena musical de Manchester y maneja bandas como La División de la Alegría, después Nuevo Orden y por último a los Lunes Felices. Las peripecias que lo rodean, su destreza, acertadas opiniones, su  amplio bagaje cultural,  inclemente carácter y cariño por la música hacen de cinta un gran documental del post-punk, new wave y el nacimiento de la música electrónica en el Reino Unido mientras narra la historia de uno de los  personajes del rock más memorables y las bandas que vio nacer, que impulsó y en cierta medida, condenó.



Sólo diré: Ícaro. Si saben a lo que me refiero, bien, si no, no importa, pero deberían leer más. 




Almost Famous también aborda el periodismo de rock, pero sin trágicos personajes. William Miller,  precoz estudiante de preparatoria trabaja para la revista Creem y Rolling Stone, aunque su  madre, profesora de universidad, piensa que el rock and roll sólo se trata de lanzar las neuronas al aire como confeti, mientras que para William es un modo de vida digno y apasionante. Tras conocer al mítico Lester Bangs, el protagonista acompañará a una banda emergente, Stillwater, en su gira que da nombre a la cinta. Descubrirá que sus héroes no son tan grandiosos como en los discos y que enfrentan los problemas de ser gente interesante en lugar de gente real, y de paso sufrirá con su primer amor encarnado en Penny Lane, líder de las Band Aids y 

Señorita Buenhombre



Alta Fidelidad es una adaptación del libro homónimo de Nick Hornby (que no he leído).

Rob Gordon  es el dueño de una tienda especializada en vinilos. Barry y Dick son sus esbirros que le ayudan en la pequeña empresa. Su novia Laura lo abandona y entonces el conflicto de Rob aparece. Comienza la búsqueda por respuestas, reminiscencias con sus antiguas parejas y sus legendarios top 5. Posiblemente mi favorita, supongo que me identifico con él.


Move it lard-ass. Dumb Motherfucker


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